Juntos por el Cambio argumentó que en los últimos dos años la inflación superó los incrementos. El Frente de Todos lamentó que las subas se acumulen sin modificar la fórmula de la TSU. Acción Marplatense acompañó, pero reclamó “dejar de hablar y poner manos a la obra”. Y Crear Juntos alertó que los vecinos no pueden pagarlo.
Dos votos. Por ese escaso margen, la asamblea de concejales y mayores contribuyentes aprobó este jueves por mayoría las ordenanzas fiscal e impositiva, que establecen un aumento del 45% en las tasas municipales.
Sobre un total de 48 votos (de los 24 concejales y otros tantos contribuyentes, elegidos por los propios ediles), la postura a favor de las normas impulsadas por el gobierno de Guillermo Montenegro tuvieron 25 a favor y 23 en contra.
El respaldo provino del interbloque de Juntos por el Cambio (Vamos Juntos-UCR-Coalición Cívica) y Acción Marplatense, mientras que el rechazo aunó al Frente de Todos con Crear Juntos.
Un detalle: el 45% de incremento en la Tasa de Servicios Urbanos (TSU) ya se cobra desde principio de año en virtud de una modificación al calendario impositivo decretada por el intendente, por lo que entre la última factura y las próximas no habrá una suba. En el resto de los tributos el incremento sí empezará a regir desde la promulgación de estas normas.
Con los concejales ubicados en sus bancas y los mayores contribuyentes conectados virtualmente, en la asamblea solo hablaron los miembros informantes de cada bloque. El oficialista Agustín Neme marcó que las ordenanzas fiscal e impositiva son “sumamente importantes” y están “íntimamente relacionadas con el presupuesto 2022”.
El edil habló de “un claro objetivo rector de todas las decisiones del intendente” en sus dos años de gestión: “Lograr un municipio ágil, desburocratizar los procesos, facilitar los trámites a los vecinos y acompañar permanentemente la generación de nuevos emprendimientos, nuevas inversiones, buscando permanentemente la generación de puestos de trabajo”.
Puntualizó que las normas tienen tres objetivos: la simplificación tributaria y burocrática, la eliminación de tributos (destacó la de 145 derechos) y el fomento de las inversiones y la generación de empleo.
Neme subrayó la decisión de subir 24% las tasas el año pasado cuando la inflación anual trepó al 51%. “Fuimos el municipio de la provincia que menos actualizó sus tasas”, sacó pecho. Y dijo que mientras este año aumentarán 45%, la inflación “superaría el 60%”. “Si tomamos 2021 y 2022 estaríamos hablando de una actualización menor a la inflación que va a tener nuestro país”, redondeó.
Alejandro Carrancio (Crear Juntos) dijo que la ciudad estaba en “la semana del aumento”, en referencia a los de tasas y el boleto. En un tiro por elevación al oficialismo, recomendó “ver toda la película” y recordar que en los tres años de Montenegro las tasas subieron 179%. “Los vecinos vienen siendo habitualmente la variable de ajuste. No se busca otra manera de generar recursos”, apuntó, y sostuvo que el aumento de 2022 es “muy alto para la capacidad contributiva que tienen los vecinos”.
El concejal opositor mencionó que propuso bajarlo al 30%, pero que el Ejecutivo no lo tomó en cuenta, al igual que otras propuestas de modificación “importantes”. En cambio, reconoció que “algunas menores fueron aceptadas”. También habló de “un festival de ingresos” y consideró que “este aumento termina siendo inmoral” porque “se le pide un sacrificio a la gente que el municipio no está dispuesto a hacer”.
Horacio Taccone (Acción Marplatense) afirmó que lamentablemente los últimos dos gobiernos nacionales, el de Mauricio Macri y el de Alberto Fernández, “pulverizaron la unidad de medida” que se utiliza para analizar el presupuesto: la moneda.
“La inflación que dejó Macri no ha sido controlada por Alberto Fernández. ¿Qué sentido tiene decir si 10, 20 o 50 es mucho o poco cuando no sabemos cuánto van a significar esos 10, 20 o 50 el mes que viene?”, se preguntó.
Taccone dijo que la espiral inflacionaria “se asemeja más a un mar revuelto con olas gigantescas que a un río”, y llamó a “revertirlo”. También recordó que Acción Marplatense firmó un acuerdo con el intendente para que se concreten “obras fundamentales”, como la del Centro Cívico del Oeste y el Hospitalito de Batán. “Es momento de dejar de hablar y poner manos a la obra, pasar de las palabras firmadas a los hechos”, reclamó.
El edil consideró que las ordenanzas fiscal e impositiva son “un vehículo que tiene el gobierno municipal para poder realizar una serie de acciones y obras que hagan que los vecinos vivan mejor”. Memoró que el año pasado su bloque también dio sus votos para que tenga ese vehículo. “Que (el intendente) deje de usarlo a gas y lo pase a nafta”, ironizó.
Virginia Sívori (Frente de Todos) recapituló: “Estamos en el séptimo proyecto de fiscal e impositiva del gobierno de Cambiemos, el tercero de Montenegro. Una vez más llegamos al mismo título, al mismo resultado: se están presentando aumentos sin un criterio progresivo, que promueva equidad, que arregle lo que está mal”.
La opositora precisó que el 2 de marzo de 2020 el intendente pidió a los concejales que empiecen a trabajar en la reformulación de la TSU, porque era “una necesidad preponderante” y representaba “un gran sentido de justicia para los vecinos”. “Un año después también habló de la necesidad de rediseñarla para tener un sistema más justo para los vecinos”, puntualizó.
Pero Sívori lamentó que esa tasa “nunca se transformó, nunca se mejoró”. Y acotó: “No solo no cambió la fórmula sino que le sigue agregando aumentos”. Eso incrementos llegan “al 179% acumulado en una tasa que el intendente reconoció que estaba mal”.
Sívori admitió que “la inflación es un problema que hay que solucionar”, pero advirtió que no se deben “aumentar las cosas para que nada cambie”.
“La ciudad está sucia, el predio de disposición final abandonó el sistema de relleno sanitario para volver a uno de basural a cielo abierto, lo que trae consecuencias terribles a nivel ambiental; también hay microbasurales y la política de separación de residuos se abandonó”, disparó.
Sívori se mostró en desacuerdo con que, como sostiene el oficialismo, el presupuesto tenga “perspectiva de empleo”. “No hay una mirada de promover la actividad económica en las ordenanzas fiscal e impositiva”, aseveró. “Una de las secretarías más chicas es la de Desarrollo Productivo. Asusta ver que cada vez la participación es menor”, lanzó, y recordó que en la época de Arroyo se le asignaba un porcentaje mayor del presupuesto.
La concejala del Frente de Todos se acordó del pedido de Montenegro de que las críticas vengan acompañadas con propuestas, y espetó: “Presentamos siete fojas de modificaciones que no fueron escuchadas”.